PRESENCIAR, EL ESPIRITU
DE LA MEDITACION
Meditación es ser, simplemente, sin
hacer nada -sin acción, sin pensamiento, sin emoción.
Simplemente, eres y es un
deleite puro. ¿De dónde viene este deleite cuando no estás haciendo nada?
No viene de
ninguna parte, o viene de todas partes. Es sin causa, porque la existencia esta
hecha de una sustancia llamada deleite.
Cuando no estás haciendo nada en
absoluto -corporalmente, mentalmente, ni a ningún nivel, cuando paró toda
actividad y solamente eres, eso es meditación. No puedes hacerlo, no puedes
practicarlo, solamente tienes que entenderlo.
Siempre
que puedas encontrar un tiempo para ser, simplemente, deja el hacer. Pensar también es hacer, concentrarse
también es hacer, contemplar también es hacer. Incluso si por un momento dejas
de hacer y solamente te quedas en tu centro, totalmente relajado, eso es
meditación.
Y una vez que le hayas encontrado el truco, puedes quedarte en ese
estado todo el tiempo que quieras; al final, vas a poder quedarte en ese estado
las 24 horas. Una vez
que te des cuenta la forma en que tu ser puede quedarse imperturbable, entonces
de a poco, puedes empezar a hacer cosas, manteniéndote alerta de que tu ser no
se agite.
La
meditación no está en contra de la acción. No es que te tengas que escapar de la vida. Solamente te
enseña una nueva forma de vida: Te vuelves el centro del ciclón.
Tu vida sigue, sigue realmente con
mayor intensidad, con más alegría, con más claridad, con más visión, con más
creatividad -sin embargo, estás más distanciado, eres solamente un vigía en la
cima, observando todo lo que pasa a tu alrededor; no eres el que hace, eres el
que observa.
Ese
es todo el secreto de la meditación, que te conviertes en el observador.
El hacer sigue en su propio nivel, no
hay problema: Cortando leña o sacando agua del pozo. Puedes hacer cosas pequeñas
o grandes; lo único que no
se permite es que pierdas tu centro.
Esa conciencia, esa observación, se
tiene que mantener absolutamente clara, sin nubes, sin perturbación.
La
meditación va a darte sensibilidad, una gran sensación de pertenecer al mundo. Te vuelves tan sensible que hasta la hoja más
pequeña de hierba tiene una importancia inmensa para ti. Tu sensibilidad te
hace ver con claridad que esta hojita de pasto es tan importante para la
existencia como la estrella más grande.
Y esta sensibilidad va a crearte nuevas amistades: amistad con
los árboles, con los pájaros, con los animales, con las montañas, con los ríos,
con los océanos y con las estrellas…La vida se enriquece a medida que crece el
amor, a medida que crece la amistad.
Si
meditas, tarde o temprano, vas a encontrarte con el amor. Si meditas profundamente, tarde o
temprano, vas a empezar a sentir un amor tremendo que emana de ti que jamás
habías conocido -una nueva
cualidad de tu ser, una nueva puerta que se abre. Te convertiste en una nueva
llama y ahora lo quieres compartir.
(Tomado de Osho)
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